domingo, 14 de septiembre de 2008

Retiro semana santa padre Montes 2001

Señor, que he hecho yo por ti. He tratado, he conseguido un poco. Pero siempre esta soledad que no me deja. Vacaciones, naturaleza, maravilla de Dios, plenitud del alma. Nietos, sonrisas, un paréntesis de ayuda, tu siempre tu. Te busco, anhelo esa plenitud que me has dado muchas veces, es ahí cuando mi alma se llena de alegría, porque vislumbro lo que sería estar contigo. Me siento tan pequeña y limitada, pero siempre me he sentido insegura, pero dando la impresión de lo contrario. Esos recuerdos de mi niñez, de soledad y enfermedad, pero que me hicieron crecer y madurar. Así conocí a Gonzalo, mis ojos se nublan de lágrimas, como agradecerte Dios mio por el regalo que me diste, con ese hombre justo profundo y tierno; lo tenía todo, y con ello gran seguridad y de pronto partió, te lo entregué, pero duele mucho, esa ausencia y esa seguridad de tenerlo junto a mi.

Pero como necesitaba ese paso para crecer, para acercarme más a ti. Esos retiros que me hicieron calar hondo dentro de mi. Esa necesidad tan grande de servicio y de dar amor. Mi encuentro con las abandonadas, vejadas y perdidas, cuanto he aprendido de ellas Dios mio, es tan poco lo que puedo hacer, pero llevo una palabra de aliento, y con eso te contento señor, trato mucho de llevar tu palabra y trasmitirles lo que significa cada criatura para ti.

Mi bridge es un desahogo que me ayuda a no perder mi memoria, a estar alerta, para que no me dejen de lado. Tengo tanto miedo a la soledad, a ser una vieja aburrida y enferma. Mis hijos cada uno en su camino, tan distintos y tan iguales. Siento que algo profundo sembramos en ellos, con tu ayuda señor. Mis nietos como los agradezco, Andreita, una criatura de Dios que amo mucho, también a todos, señor cuanto me has dado, que quieres tu de mi. Es tan difícil el camino a la santidad, mi madre la virgen me ayuda y voy cambiando un poquito. Tengo tantas limitaciones.

Este retiro ha calado hondo en mi alma, como quisiera que cada uno de mis hijos estuviera aquí.

Señor quiero terminar diciéndote que tu pasión me infunde gran dolor y gran esperanza en tu sacrificio por nosotros los humanos. Te amo señor, amen.

Taller literario

Tarea: describir una pieza que ha pertenecido a un joven que ha muerto, sin mencionar como ha muerto, ni que es su hijo.



"Abrí la puerta, era su mundo, visualicé su cama que tantas veces ordené, la colcha a rayas con el azul que él elgió. La silla donde colgaba la ropa. El tiempo se detuvo, volví mi mirada, ahí estaba el perchero donde colgaba sus boinas y sus sombreros, recuerdo de sus viajes. Seguí observando, el dibujo de Rafael enmarcado por él mismo, el choapino desgastado donde se echaba Platón.

Mi vista recorrió la biblioteca, ese orden perfecto que  dictaminaba su vida. Sentí los acordes de la IV de Mahler, que se escabullían por los parlantes, escondidos entre los libros. Me sumergí en la música y me uní a él, es una manera de sentirlo, de palpar su presencia. Los papeles encima de la mesa, esa mesa familiar, de roble con cuadrados de ajedrez, tan sólida. Los lápices ordenados en el vaso de greda esperando ser utilizados. El retrato de Claudia jugando con su pelo. Todo estaba ahí, sus sueños y proyectos.

Miré por la amplia ventana, a ses verde que él amaba, ahí estaba el Tilo con su amarillo desvaido, presagiando su partida. Me senté en el sillón de cuero, me apoyé en la mesa y sentí el silencio de la ausencia. Alcé la vista y leí el cartel que colgaba en la puerta "Licenciado"."

Biografía escrita el año 1976 (3)

Cuando el decidió estudiar y dejar el fundo, yo pasé mucho sola, vivía en el fundo y él la mayor parte del tiempo en el pedagógico, yo cultivaba flores, criaba pollos y vendía huevos para ayudarnos a subsistir. Para mi fue muy duro, me había acostumbrado a estar con gente, a trabajar, a tener mi vida propia y sobre todo a comunicarme con otra gente. Gonzalo estudiaba mucho y hablaba poco de ello. El nacimiento de Andrea alegró mucho mi vida, me dediqué a ella, le hacía todo. Pero luego fueron llegando los otros niños y yo no estaba hecha para tener tantos hijos. Quería algo propio mio y tener mas libertad, pero mi sentido de responsabilidad y sensibilidad primaron a ello. Tuvimos 7 hijos, todos muy diferentes, pero todos muy sensibles. Eramos muy unidos, haciamos excursiones jutos, a todas partes partiamos juntos. Vivimos dos años en USA, esto fue para mi una gran experiencia. Trabajé en una tienda, trabajé en una nursery con mis hijas, tomé clases en la Universidad de Berkeley (Sartre y del Quijote), hice clases de castellano, y conocí lo que era el pueblo norteamericano, sacándole partido a lo bueno y siendo crítica con lo negativo. Me dio una perspectiva mas moderna y dinámica de la vida. Y la separación de la familia fue positiva. Viviamos para ellos y yo pensaba que mis hjos eran maravillosos y proyectaba grandes cosas para ellos, como todas las madres. Pero ahora en la adolescencia han tenido tantos problemas que me pregunto en que fallamos y en que fallé.

A los 6 años de matrimonio conocí a Antonio, un amigo de mi marido, hombre muy sensible y extremadamente inteligente. Yo pasaba un momento muy difícil como siempre por la carrera de mi marido, por las ansias de vivir ese fuego espiritual que me consumía, por inseguridades, y por esa terrible exigencia y austeridad de mi marido. Mi relación física con Gonzalo fue siempre muy buena. Pero yo necesitaba comunicación, compartir, y nunca me había topado con alguien que me visualizase tan hondo, era mi amigo espiritual A los niños yo los adoraba, pero me sentía prisionera y no estaba hecha para tener tanto niño. Sentía que tenía espacio para otra vida, una vida no vivida, latente e importante. Antonio llenó ese vacío; lo quise mucho, me dio mucho y curiosamente me ayudó a acercarme mas a Gonzalo, le podía dar mucho mas. Era como si quisiera a dos personas en forma intensa y distinta y no quisiera perder a ninguno de los dos. Luego al casarse Antonio, me costó superar esa etapa, pero aun lo siento muy cercano, pero luego empecé a sentirme mucho mas cerca de Gonzalo a pesar de las grandes diferencias que siempre han habido, se que lo he idealizado mucho y que su historicismo,  sus aislamiento y su silencio, me han hecho sufrir bastante; es por eso que sublimé parte de mi vida. Sentía que había cosas que nunca me podría dar ni entender en mi, pero que yo las tenía que llenar con mi propia vida, crecer cada vez mas interiormente y fortalecerme, que eramos dos personas distintas, con mucho también en común, que lo quería mucho.

Siempre me mantuve ávida de conocer, de querer a la gente y de sacar afuera lo que tenía. Mi mayor complemento fue cuando entré al Instituto Carlos Casanueva, ahí sentí que pertenecía, que me aclaraba, me sentía más madura y vivida que el resto, pero luego comprendí que había muchas limitaciones que superar, mucho que crecer y auto analizarse, me había sentido muy usada, me había descalaficado demasiadas veces, no me había apreciado en lo que era, en mi dimensión, me había exigido metas muy altas.

La religión y la fe han sido trascendentales en mi vida, siempre estoy tratando de evolucionar en ese aspecto, de vivir mas interiormente y vivir de acerdo a ello, nunca limitándome, estando muy abierta a los demás y tomando a los seres en su totalidad. También hago yoga, esto también me ha ayudado a conocerme. Me gustan las cosas lindas, las cosas finas, sentirme bien físicamente y eso le gusta también a Gonzalo.

Respecto de la parte económica siempre he sufrido por no darle a mis hijos cosas que yo consideraba necesarias, aunque sepa que lo esencial está dado.