Este relato es algo que marcó mi vida, en un momento muy difícil de subsistir.
Después del golpe militar que derrocó al Presidente Allende, la vida se tornó muy compleja, para una familia como la nuestra con 7 hijos y un esposo universitario con títulos en historia y filosofía. En tiempos de Allende la universidad de Chile pasaba por momentos muy difíciles en cuanto como enfocar la historia de Chile, si no era desde un punto marxista, simplemente no se podía hacer clase, si no, se pensaba en la ideología del gobierno.
“ Vino el golpe militar y la Junta también intervino la Universidad de Chile, nombrando un rector militar, con muchas intervenciones y desconfianza, no teniendo la capacidad para discernir en un reto como ese, había que eliminar el marxismo y todo era sospechoso.
Un día estando con Carlos Bascuñán, ayudante de mi marido, conversábamos como poder subsistir ante tanta dificultad para hacer clases. Enfrenté a Carlos y le dije: ¿qué puedo hacer para que podamos tener una entrada económica?, yo necesito trabajar (con 7 hijos). Me respondió yo conozco al rector de la Biblioteca del Congreso, gran persona y amigo mío, y usted trabajó haciendo investigaciones de los diarios de épocas pasadas para ayudar a Gonzalo. ¡Fantástico le contesté,! piense en dos personas que apoyan a Pinochet y les da sus nombres, me dijo Carlos.