domingo, 17 de agosto de 2008

18-01-91 Ensenada ada

¡Estoy en el paraíso! como decía Gonzalo. Aunque mi alma está desgarrada, él está conmigo, su pájaro me acompaña y su trino es como un amanecer de compañía para mi. Hay parte de mi en este rincón de Ensenada: es su paz, es un trozo de cielo que Dios puso en este lugar. Desde la ventana del hotel veo el lago, ya sea encabritado o muy calmo, como un espejo. Mi vista sigue el camino, rodeado de avellanos, ulmos y tanto otros. Donde nuestros pasos se dirigían tan a menudo, en ese silencio que no cortaban las palabras. Donde dos almas querían despedirse por un tiempo prolongado, para luego encontrarse en la maravilla de Dios. Lo siento muy junto a mi, se que él está conmigo, pero añoro su cuerpo, sus labios, sus palabras y su amor tan inmenso. Es tan grande como ese lago por el que mi mirada vaga, buscádolo, buscádo también junto al bosque de la casita de Ensenada, con su noria, su rincón mágico, donde el viento juega y su música canta, Ahí estoy yo, ahí esta él. Se me fue y parece un sueño que estuvo junto a mi, que vivimos tan unidos, que sufrimos tanto, que gozamos tanto. Hoy veo que son muy pocos los que tenían lo nuestro. Es un morir cada día, para renacer luego, y preguntarme que quiere Dios de mi, cual es mi cometido. Cada hijo tiene su vida, y me siento intrusa ante su intimidad y vidas tan distintas a la nuestra. Se que me quieren y soy su madre. Ellos también sienten el vacio del padre que se fue y no quieren que yo parta. ¿Pero seré capaz de sobrevivir a este mundo, tendré fuerza para enfrentarlo y aportar algo de mi? Nota

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Abuelita...
Tus palabras realmente me emocionan. Siento que has tenido una vida muy intensa, difícil pero pese a todo siempre te he sentido alegre, optimista, vital. Tus historias son esperanzadotas, me entregan mucha felicidad.
Quiero que sepas que te quiero mucho.
Abrazos
Cristóbal

Paula Frederick dijo...

Teruca, que lindo tu relato...hay que ser muy valiente para retratar los sentimientos más profundos que nos embargan, aunque a veces nos cueste reconocerlos en voz alta..
Que maravilla haber, y seguir amando así; cómo dices, son pocos los que logran conocer al amor de su vida. Tú lo hiciste, y el seguirá estando contigo día a día, hasta que se vuelvan a reencontrarse
Un abrazo

Teruca dijo...

Cristobal: Mi nieto mayor, tan querido, gracias por sus palabras, me conmovieron mucho. Le deseo. lo mejor, creo lo va lograr, con su inteligencia y sensibilidad Su abuela T..


Teruca dijo...

Paula: Gracias por su comentario, me encantó conocerla. Le deseo lo mejor en esta vida. Creo que con. su personalidad tendrá muchos desafíos por delante. T.